Deporte y alcohol: una mala combinación ¿Cómo influye el alcohol sobre la capacidad de rendimiento en el deporte? ¿Se puede eliminar el alcohol más rápidamente con el deporte?

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Con el verano tendemos a darnos ciertos caprichos, y en ocasiones nos decantamos por opciones alcohólicas para combatir el calor. La cervecita del chiringuito en la playa, la copita con los amigos en nuestra terraza preferida… Quien después del segundo gin-tonic se sienta en forma e inspirado, puede pensar en emplear esa aparente energía para hacer un pequeño entrenamiento. O quizá se proponga eliminar los restos de alcohol a la mañana siguiente con un poco de deporte, siguiendo así de paso con la operación bikini. Y es que corre el rumor de que el deporte ayuda a pasar las borracheras cuando se nos ha ido la mano la noche anterior. ¿Pero realmente se puede disminuir el nivel de alcoholemia haciendo deporte? Y: ¿aumenta el alcohol la capacidad de rendimiento en el deporte?

Motivos por los que no deberías entrenar con alcohol

El hecho de que el alcohol sea un potenciador del entrenamiento es una creencia totalmente falsa. El alcohol actúa solo durante un breve periodo como estimulante y hace que te sobrestimes. Sus efectos son además incompatibles con el entrenamiento y la regeneración:

  • El alcohol afecta al sentido del equilibrio, la coordinación y el tiempo de reacción. Esto aumenta el riesgo de accidentes deportivos.
  • El alcohol inhibe la absorción de sustancias vitales y la reposición de las reservas de glucógeno. Éstos son los responsables de suministrar energía a corto plazo cuando se realiza un esfuerzo corporal.
  • Si el alcohol está ocupado eliminando el alcohol mientras entrenamos, ésto bloquea la quema de calorías, que se almacenan como grasa en su lugar.
  • Debido a que las arterias se dilatan cuando se consume alcohol, el corazón tiene que bombear más fuerte. Por este motivo, los músculos recibirán menos suministros de los necesitados.
  • El alcohol elimina del cuerpo muchos líquidos y minerales, ya que éste estimula la actividad renal. Así se dificulta el transporte de residuos perjudiciales y las células musculares no reciben los nutrientes necesarios. Si además de esto se practica algo de deporte, la deshidratación y el dolor de cabeza son inevitables. Por eso es tan importante prestar atención a la reserva de agua.
  • Además: si practicas deporte justo después de beber, la regeneración se retrasa. Durante la regeneración, el cuerpo elimina ácido láctico como producto residual y repara los pequeños desgarros en las fibras musculares, que surgen durante el entrenamiento: los músculos crecen. Si hay alcohol en el cuerpo, este tiene que eliminarlo antes de hacer lo propio con el ácido láctico. Esto obstaculiza el reparto de la hormona de crecimiento propia del cuerpo.

Motivos por los que el deporte no acelera la eliminación del alcohol

Incluso si te tenemos que enfrentar a la realidad, tienes que saber que el deporte no ayuda a eliminar el alcohol más rápidamente. Y esto tiene una sencilla explicación: al practicar deporte se estimulan, además del corazón, sobre todo la piel, los pulmones y los riñones. El alcohol se elimina mediante el hígado, un órgano que a penas se ve activado por el deporte. Por lo tanto, el deporte no aumenta la degradación en el hígado.

Incluso si el alcohol se elimina (según el peso y el sexo son aproximadamente 0.1 – 0.2 por mil por hora), los procesos de desintoxicación continúan. Hasta que no han pasado 2-3 días desde el consumo de alcohol, tu cuerpo no estará preparado para tu programa deportivo habitual. En caso de que desees moverte un poco después del día de fiesta, deberías reducir la actividad a una suave sesión de caminar o correr. El entrenamiento ligero estimula el corazón. Así se bombea más sangre, y con ello más oxigeno, a los órganos. Ésto a su vez promueve la regeneración.

Alternativas saludables al alcohol o «bomba calórica»

Gin, Tonic, Cocktail, Alcohol

En lugar de gintonic: tónica aromatizada con fruta

Independientemente de los efectos negativos sobre el entrenamiento y la regeneración, el alcohol es además una bomba de calorías. En lo que al balance de calorías se refiere, el alcohol a penas se diferencia de la grasa: un gramo de alcohol contiene 7 kcal, mientras que un gramo de grasa tiene 9 kcal. Muchas bebidas alcohólicas contienen además una gran cantidad de azúcar.

Por suerte, existen muchas alternativas saludables. El zumo de manzana con agua con gas o la cerveza sin alcohol son bebidas isotónicas. Estas bebidas equilibran la pérdida de energía y líquidos que provoca el deporte. Si tienes una cita deportiva al día siguiente en tu agenda, te sabrá igual de rico una tónica con su rodaja de limón, en lugar del tradicional gin-tonic. También puedes tomarte una rica y fresca cerveza 0,0% en lugar de una caña normal.

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