Slackline: ¡adéntrate en un mundo de diversión sobre la cuerda floja! Consejos para iniciarse en este "inestable" deporte

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Slackline-diversión en la cuerda floja

Cuando hace buen tiempo se ven por todas partes: «Slackliners». Vaya, personas de cualquier edad que se balancean ligeramente sobre una cuerda floja anclada a dos puntos de fijación, y que por norma general suelen tener una buena figura. Esta disciplina deportiva relativamente joven, que se sitúa entre el equilibrismo y el funambulismo, es un deporte en sí mismo. Aunque lo que parece pan comido, es sobre todo al principio un asunto bastante inestable. Con este post queremos facilitar la iniciación al tema a los usuarios principiantes de la Slackline o cuerda floja. Y es que una vez que consigas mantenerte en pie sobre la cuerda, no querrás bajar nunca…

Slacklining: desde los comienzos hasta convertirse en tendencia de ocio

Slackline

Recomendado sólo para expertos…

Este joven deporte tiene su origen en la escalada. Lo creó un grupo de escaladores aficionados en los años 80 como alternativa para los días de descanso y lluvia en el Parque Nacional de Yosemite. En los últimos años la cuerda floja se ha desarrollado fuera de la escena de la escalada como una disciplina deportiva independiente. En Europa, el escalador Heinz Zak cuenta como uno de los pioneros de la slackline. Con una difusión cada vez mayor y un interés mediático en aumento, cada vez son más las personas que sienten fascinación por mantener el equilibrio sobre la cuerda floja.

«Slacklining» para jóvenes y mayores: variado, móvil, social

Es obvio por qué la slackline se ha puesto de moda en los últimos años. El deporte de equilibrio es tan variado como motivador, además de poseer numerosas ventajas:

  • La cuerda floja es un deporte para todo el mundo: la edad y las características deportivas no juegan ningún papel relevante. Realmente cualquiera puede practicar con la slackline. Las slacklines son fácil de usar y también las pueden montar sin problemas principiantes sin conocimientos previos.
  • Lo bueno de este deporte es que no necesitas ningún equipamiento adicional para practicarlo, más allá de la propia slackline. De hecho tendrás una mejor sensación de equilibrio si no llevas calzado. Si colocas la slackline entre dos árboles, recomendamos el uso de un protector de árboles. Por aquello de respetar el medioambiente.
  • La slackline es tan compacta cuando la enrollas, que te la podrás llevar y colocar en cualquier lugar. Con una estructura para slackline serás totalmente independiente con respecto al lugar.
  • ¡Practicar con la cuerda floja nunca resulta aburrido! Funline, Trickline, Longline o Highline. Hasta ahora han surgido infinidad de variantes. Mediante la variación de la longitud y altura, la slackline puede ajustarse a tus propios límites de rendimiento. Gracias a sus cualidades dinámicas, podrás aprender nuevos trucos constantemente, colocar la slackline a distinta altura o tensarla más.
  • La cuerda floja es un entrenamiento de equilibrio especialmente divertido. Y es que, además de los aspectos deportivos y de la experiencia corporal adquirida, la actividad al aire libre y la diversión conjunta con los amigos cobra un protagonismo esencial.

¿Qué se entrena con la slackline?Entrenamiento con Slackline

La Slackline es un sencillo aparato deportivo con diversos efectos saludables y terapéuticos. Al balancearse en la slackline se activa en primer lugar el control del cuerpo. Este dinámico deporte de moda es una combinación única de equilibrio, coordinación y concentración. Se convierte así en el entrenamiento adicional ideal para cualquier disciplina deportiva, en la que una buena sensación de equilibrio sea importante (escalada, esquí o surf). Al caminar sobre la cuerda también entrenarás la musculatura profunda, y no sólo las piernas y glúteos. Incluso se empieza a emplear la slackline en la fisioterapia y la terapia del movimiento.

Características especiales de la slackline

Al contrario que en el funambulismo, la slackline o «cuerda floja» no se tensa demasiado, sino que se estira con el peso corporal del usuario y después vuelve elásticamente a su lugar. De esta forma tu postura corporal tiene que ajustarse continuamente al movimiento dinámico propio de la slackline. Y es precisamente eso lo que supone el reto del «slacklining». Hacer el pino, hacer juegos malabares, montar en monociclo o dar grandes saltos. Existen innumerables posibilidades para las que puedes emplear la slackline. Así surgen nuevas opciones y trucos cada vez, que pondrán a prueba tus capacidades de equilibrio.

Equilibrio en la Slackline

Todo comienzo es difícil…

Hay que aceptarlo. Los pasos pivotantes sobre una cuerda pueden parecer mas sencillos de lo que realmente son, sobre todo en ojos de los principiantes. Sobre todo al principio, todo se mueve mucho y los primeros intentos sobre la slackline suelen terminar tras unos centímetros en el suelo. Mantener el equilibrio es de hecho una capacidad que necesitamos constantemente en nuestra vida cotidiana. Pero hace tiempo que esto no es un motivo para tener que intentarlo una y otra vez. Al fin y al cabo, primero tienes que acostumbrarte a los tambaleantes movimientos. Te aseguramos que el «slacklining» es un deporte extremadamente motivador, ya que los principiantes avanzan rápidamente. Con cada nuevo intento, junto con nuestros consejos, te acercarás un poco más al otro extremo de la cuerda.

Consejos de Fitshop para los primeros intentos en la slackline

  • Comienza con una slackline de 35mm – 50mm. El ancho de las bandas ofrece mayor seguridad de pisada y son menos flexibles. Además, sobre bandas más anchas es más sencillo estabilizar las articulaciones de salto, lo que facilita el equilibrio.
  • Presta atención a que la superficie sobre la que practiques sea blanda, como césped o arena.
  • Elige puntos de anclaje estables y seguros. Los árboles deben tener un diámetro de al menos 40 cm. No olvides asegurar las carracas 🙂
  • Tensa la cuerda preferiblemente a menor altura y distancia. Para empezar una longitud de 6-8 metros, a la altura de las rodillas, es ideal. Esto facilita el subirse y la slackline no se estirará tanto.
  • No te subas directamente en los puntos de anclaje, ya que ahí la slackline se comporta de manera totalmente distinta. Te resultará mucho más fácil subirte a una distancia de 1-2 m del punto de anclaje.
  • Sólo puede haber una persona subida en la slackline.
  • La postura corporal correcta es como sigue: no tienes que mirar abajo hacia el suelo o a la slackline en movimiento, sino que debes fijar tu mirada en un punto fijo, al frente; los brazos se deben extender a la altura de los hombros a ambos lados y los pies tienen que estar uno tras otro sobre la cuerda, al igual que cuando caminas.
  • Que no te de vergüenza pedir ayuda. Sobre todo al principio, no te sobrará una mano sobre la que apoyarte.
  • Proponte objetivos realistas. Tu primera meta no debería ser dar muchos pasos a mucha velocidad, sino sencillamente sostenerte de manera estable y controlada sobre la cuerda. Una vez que controles esto, cumplirás el requisito indispensable para dar tus pasos de manera segura sobre la cuerda elástica.
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