¿Cuál es la mejor cinta de correr para mí?

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Guía de compra cintas de correr

¿Estás pensando en comprarte una cinta de correr, pero no sabes cuál se ajustará mejor a tus necesidades? ¿La gran oferta de este tipo de máquinas te abruma? ¿No tienes claro qué deberías tener en cuenta? Si te identificas con estas dudas, aquí te dejamos las características más importantes a las que deberás prestar atención al hacerte con una cinta de correr. De esta forma, podrás informarte antes de comprarla y te asegurarás no pagar de más por funciones que en el fondo no necesites.

Cinta de correr: ¡El tamaño importa!

En primer lugar deberías decidir dónde colocarás la cinta de correr. ¿Cuánto espacio necesitas? Puede ser que una cinta de correr plegable sea una buena solución en muchos casos. Hay cintas de correr plegables en distintos rangos de precio y ofrecen mayor flexibilidad a la hora de elegir el lugar donde colocarla. En muchos modelos, la superficie de carrera se puede plegar fácilmente con ayuda de un mecanismo hidráulico y las ruedas de transporte hacen que mover el aparato no sea complicado.

¿Qué cinta de correr me compro? - El tamaño marca la diferencia

¿Qué cinta de correr me compro? – El tamaño marca la diferencia

Lo mejor es que midas el espacio disponible en casa y lo compares con las indicaciones de las dimensiones de cada aparato. Ten en cuenta, eso sí, que en cualquier caso se debe dejar algo de espacio libre en la parte trasera de la cinta de correr. Si dispones de espacio suficiente, deberías decantarte por la cinta de correr más grande posible. Lo decisivo en este aspecto es la superficie de carrera. Si sólo quieres caminar, no es necesario que mida 150 cm de largo. Cuanto más rápido quieras entrenar o cuanto más altura tengas, mayor debería ser también la cinta de correr. Esto aporta mayor comodidad y seguridad al correr. Merece la pena pensarlo bien aunque se trate de un par de centímetros, ya que si entrenas de manera regular, seguro que irás aumentando la velocidad poco a poco.

Motor: cuantos más caballos bajo el capó, ¡mejor!

La potencia del motor influye enormemente sobre la calidad de tu entrenamiento, por lo que es importante averiguar qué potencia será suficiente. Básicamente: cuanto más, mejor. Ten en cuenta, que las indicaciones de algunos fabricantes pueden ser algo confusas. Con la potencia pico, en ocasiones se intenta indicar un valor más alto. Aunque la potencia pico en CV también es importante, el valor decisivo lo representa la potencia continua. Este valor te dará una imagen mucho mejor del rendimiento real que tendrá el motor. Los corredores con aspiraciones, que pretendan mejorar su propio rendimiento, o corredores con un peso corporal a 85 kg, deberían decantarse por cintas de correr de al menos 3 CV de potencia continua. Con ello, podrán hacer realmente todo lo que necesiten. Si sólo se desea correr ligeramente y caminar, no son necesarios tantos caballos de potencia.

La elección de la cinta de correr, también depende de la garantía. ¡Fíjate en la garantía que ofrecen los fabricantes! Si sólo se ofrecen un par de años de garantía para el motor, mejor decantarse por otra, ya que esto representa también la vida útil del aparato. A partir de 5 años / 60 meses podrás adquirirla tranquilamente, ya que el fabricante muestra una gran confianza en su producto.

Calidad de la cinta y la cubierta

Junto con el motor, la cubierta y la cinta son los elementos a los que mayor carga física se exponen. En este punto, lo mejor es que ambas sean tan gruesas como sea posible, ya que así será mayor la vida útil de la cinta de correr. En el caso de la superficie de carrera está muy claro. La cinta o banda está continuamente en movimiento sobre la cubierta o tapete, por lo que está sometida a rozamiento. Para minimizar el desgaste, se debe lubricar regularmente con silicona tanto la banda como el tapete. Si se lubrica correctamente, la cinta de correr durará años. Algunas cintas de correr llegan a incorporar en la parta inferior de la banda capas de cera, con las que la cinta de correr prácticamente se lubrica sola.

Además, debes tener en cuenta el diámetro de los rodillos de carrera. La regla en este caso se repite: cuanto mayor sea el diámetro, más suave y homogénea rodará la cinta, y mayor será también la vida útil.

Cinta de correr: el presupuesto también juega su papel

Con los tres consejos mencionados, seguro que puedes determinar más o menos la clase de cinta de correr que necesitas. De ellos también se deduce que los corredores con mayor altura o que deseen un mayor rendimiento, tendrán que gastarse algo más de dinero. Sin embargo, con un precio mayor también se disfrutarán normalmente otras prácticas funciones adicionales, como un mejor ajuste de la inclinación, o el control de velocidad e inclinación mediante teclas en las barandillas.

Más información

¿Te has quedado aún con dudas tras leer esta publicación? Si es así, en el siguiente enlace podrás consultar una guía de compra de cintas de correr mucho más pormenorizada. ¡Feliz lectura!

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